Le pidió que fuera a la mina en busca de un par de cintas que ella había olvidado. Le recordó específicamente los colores de estas, una roja y otra negra. El regresó sudado y sucio, la obscuridad nunca le permitió encontrar las cintas, aun así encontró oro y se lo trajo todo para ella. Nunca lo perdonó.
Es por ello que "todo hombre es culpable del bien que no hizo"
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