Le pidió que fuera a la mina en busca de un par de cintas que ella había olvidado. Le recordó específicamente los colores de estas, una roja y otra negra. El regresó sudado y sucio, la obscuridad nunca le permitió encontrar las cintas, aun así encontró oro y se lo trajo todo para ella. Nunca lo perdonó.
Es por ello que "todo hombre es culpable del bien que no hizo"
sábado, 11 de junio de 2011
Sol de Media Noche
Desde la proa, mientras observaba el sol de la noche blanca, vio sólo mar, sólo aire y todo luz. La recordó... creyó que ya era tarde... estaba en otro mar, en otro barco, y quizá en otro pensamiento.
Video del Curso
Cuéntame que te cuento (LLB-558) es un curso de Estudios Generales del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Simón Bolívar.
El presente material acompaña a la exposición "Literatura y Ciberespacio" realizada por el Decanato de Estudios Generales. Se soporta en trabajos de autores reconocidos y algunos presentados por los estudiantes del curso dictado por el Prof. Rubén Darío Jaimes durante el período académico Enero-Marzo 2011.
RUBEN DARÍO JAIMES
El presente material acompaña a la exposición "Literatura y Ciberespacio" realizada por el Decanato de Estudios Generales. Se soporta en trabajos de autores reconocidos y algunos presentados por los estudiantes del curso dictado por el Prof. Rubén Darío Jaimes durante el período académico Enero-Marzo 2011.
RUBEN DARÍO JAIMES
sábado, 21 de mayo de 2011
Ahorros
Indignada por la necesidad y la miseria, tomó el martillo decidida a acabar con la vida de aquel al que le había confiado todo... 5 años tenía, y aún así se pregunto: "¿Es que acaso ese es el destino de todo cochinito?"
jueves, 19 de mayo de 2011
Concierto
Aunque el mosquito tocó su mejor tonada, encendieron las luces sin previo aviso... la audiencia se levantó y aplaudió. El mosquito debió sentirse apenado porque esperaría que volvieran a apagar la luz para continuar su concierto.
El Efecto Placebo
Aún no se me olvida cuando mi hermana me demostró esa realidad que encierra la fantasía de la pluma de DUMBO...
domingo, 15 de mayo de 2011
OCULTA 2
Justo en el instante que abrió sus ojos, su visión se redujo a dos cuadros de luz en un plano de oscuridad que presionaba su rostro, comprendió entonces, que su máscara había sido colocada, ya no estaría más despierto.
OCULTA
Oculta, detrás de la máscara de Oro, La Muerte encierra su fealdad por miedo a ser despreciada....
¡Mundo Maldito, donde hasta las esencias invisibles son esclavas de la vanidad!
Máscara Mortuoria de Colombia
Museo del Oro - Bogotá -
LA CIUDAD IMAGINADA
Bajo la tutela de la conciencia despierta se crean las aldeas humildes o las suntuosas capitales, en donde los hombres, como las ideas y pensamientos; viven, se asocian y se desintegran. Mientras tanto el Intelecto gasta sus energías en conocer el universo.
sábado, 19 de marzo de 2011
El GRITO. ¿Qué diría mi madre?
Mi Madre me habría dicho esto:
- Estas Viendo al niño de allá haciendo aquel berriche?
yo habría respondido a mis escasos 4 años
-Sí Mami.
Escuchando mi respuesta ella continuaría con un:
-Tu me llegas a hacer un berrinche así en la calle.... ¡Te Jodo!. ¿Entendiste mi amor?
Y Bajando la mirada a donde estaban mis pies habría respondido
-Sí Mami
- Estas Viendo al niño de allá haciendo aquel berriche?
yo habría respondido a mis escasos 4 años
-Sí Mami.
Escuchando mi respuesta ella continuaría con un:
-Tu me llegas a hacer un berrinche así en la calle.... ¡Te Jodo!. ¿Entendiste mi amor?
Y Bajando la mirada a donde estaban mis pies habría respondido
-Sí Mami
MAGRITTE cree en la pérdida de la inmortalidad
En la cúspide de la ciudad se oculta el rostro de un asesino bajo el aspecto de una manzana levitante.
¿De qué manera podemos prevenir que esa fruta se pudra y quede al descubierto el benefactor de una vida con la Muerte?
Espero no ser el único en pensar que hemos cosechado el fruto prohibido a sabiendas de nuestro destino.
sábado, 12 de marzo de 2011
Renoir
El único que se dio cuenta de que la fiesta estaba aburrida porque el ron que se encontraba sobre la mesa no se había abierto aún, fue el viejo barbudo que miraba al horizonte esperando que alguien le brindara un trago.
Dalí y el Enigma de Hitler
-¿¡Que lo asesinaron!? ¡NO! ¡El Fuhrer sólo puede morir a manos del Fuhrer! Haga que se escriban así los libros Capitán!
jueves, 10 de marzo de 2011
Diablos de Yare
Un buen día el mal al bien se enfrentó
con máscaras sus rostros disfrazó
de lo más horrible que encontró
eso que los hombres llaman Diablo escogió
y armado de látigo y maraca
a enfrentar al bien partió
Un mal día en bien al mal se enfretó
con máscaras sus rostros disfrazó
de lo más hermoso que encontró
eso que los hombres llaman diablo escogió
y Armado de baile y tambor
a enfrentar al mal partió
Al encontrarse el mal frente a un diablo
de espanto y sudor toda su esencia se llenó
al encontrarse el bien frente a un diablo
de amor toda su esencia se cubrió
Y es porque en el espejo de la verdad
todo bien y todo mal
luce siempre casi igual
aunque dispares son.
KANDINSKY
La estrepitosa caída de una pieza de dominó sobre un tablero de ajedrez, provocó comentarios negativos en la comunidad Ludópata. Menos mal que no estaba presente porque ¿qué habría dicho de mí la vieja que vive entre círculos y equis tratando de tachar al próximo que se equivoque?
Siglo XX Cambalache
Eran los tiempos de 1935, el siglo XX maldito empezaba y con él la industrialización y la modernidad, el oro negro bramaba de las fauces de la tierra y se empezaba a entender el modo de pensar positivista del progreso. Que equivocados estábamos y que tanta razón teníamos.
Las ciudades seguían siendo pueblos y los pueblos seguían siendo tierras vírgenes. En casa papá tenía un solo bombillo conectado a un cable muy muy largo que le permitía recorrer toda la casa de noche para cenar y acostarnos a mis hermanos y a mí en la habitación, dejando la bombilla encendida toda la noche para que la oscuridad no transformara nuestros sueños en pesadillas. La verdadera pesadilla la reservábamos para todas las mañanas en las que amanecíamos rojos e hinchados de las millones de picadas con las que nos azotaban los mosquitos durante toda la noche, encantados por el destello de la luz artificial. Papá reía y nosotros, rojos del salpullido y la indignación, nos rascábamos y corríamos al río a ver si por casualidad se nos quitaba con agua la desesperante sensación de las picadas de jején.
Mamá, con paciencia infinita tomaba una esponja bañada en un menjurge inventado por ella, que llevaba una serie de plantas que decía, son secretas. Nos frotaba diariamente los brazos y piernas con la caricia más profunda, mientras papá salía a recolectar las naranjas para venderlas en el mercado de la plaza justamente frente a la iglesia.
En aquella iglesia había una estatua de un ángel, que mamá decía nos protegía a todos, papá nos aclaró porque mi madre aseguraba tal cosa y era porque aquella estatuilla había sido tallada copiando el rostro del menor de mis hermanos, el que había fallecido en aquellos tiempos porque así eran aquellos tiempos. Papá nos contó eso para que siempre supiéramos que mamá tenía muchas cosas en la mente y nosotros estábamos encargados de mantenerla en la realidad.
Era eso y el tango. Mamá pasaba horas escuchando la radio esperando que Gardel cantara adiós muchachos, o por una cabeza, o el día que me quieras.
Me daba mucha risa verla, se quedaba estupefacta escuchando sus canciones y las tarareaba porque le daba pena cantarlas, ella decía que su vos dañaría la melodía hasta de la menos melodiosa de las canciones.
Recuerdo en especial una de las canciones que mamá escuchaba, la única que le gustaba a papá, cambalache Siglo XX, siempre decía que eso era verdad, que el maestro Enrique Santos no se había equivocado en lo más mínimo en esa canción, que yo lo vería y que recordaría sus palabras, y terminaba con un esperado “Ojala que no tenga razón pero, te vas a acordar de mí”. Así fue, me acuerdo todos los días que estamos en el siglo XX, el cambalache y el viejo no se equivocaron y mucho menos Enrique Santos.
Recuerdo claramente el día en que papá llegó empapado de sudor a casa. Exhausto y sin aliento me dijo a mí.
– ¡Llama a tu mamá lo antes posible!
Y sin darme tiempo a reaccionar salí corriendo a donde estaba mamá, tomé su brazo y la llevé justo al lugar donde papá ahora estaba tirado en el piso recuperando el aliento con los ojos saltones y una evidente garganta seca.
Mamá pensó:
-Lo que me faltaba, ¡ahora le dio infarto al hombre éste!
Y en ese mismo instante papá le mostró la primera página del periódico y le dijo a mamá,
- ¡dime si es cierto lo que mis ojos ven!
Mamá leyó en voz alta y clara
-Mañana llegará al puerto de la Guaira El DIVINO CARLOS, el cual se estará presentando en el Teatro Principal de CARACAS el 26 de Abril…
Mamá hizo silencio, volteó a ver a papá y brincó de alegría sobre él, que aún no se había recuperado por completo. Me dio por reír con ellos aunque no entendía por qué.
El gran Gardel se presentaría en caracas, la gran oportunidad para mi madre de verlo en persona.
Papá la miró a los ojos y le dijo:
-Sé lo mucho que deseas esto, te llevaré y conocerás a Gardel y será tu regalo de aniversario de Bodas.
Mamá no se lo podía creer, pero entristecida le dijo:
- No puedo dejar a los niños solos tanto tiempo y Caracas está a muchos días de aquí. ¿Cómo quieres que yo vea a Gardel si no puedo estar en Caracas a tiempo?
- ¡Jajá! El general le ha pedido que venga a Maracay, que quiere escucharle en privado y sabes que el general siempre compra las naranjas los domingos en mi puesto, dice que son las mejores. Le pediré este domingo que te permita entrar, lo prometo, sé que no me dará un no por respuesta.
- ¡El General! ¿El general te compra naranjas?
- Es un tipo muy extraño, habla raro y es muy duro, aunque sea rudo con los castigos a sus enemigos, se que siente aprecio por mí, además hoy día cualquiera es un ladrón y cualquiera es un señor.
Fue así, como lo cuento, que mi madre vio a Gardel, en el concierto privado para El General Gómez en tiempos de 1935 a pocos meses de la muerte del mayor intérprete de tangos que ha parido París, o será Uruguay, o será Argentina…
SIGLO XX CAMBALACHE DE ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO
Ideales heroicos de un hombre
¡¿Tu como que me estas montando cacho?!
No hay duda que capte su atención, esta frase tiene esa magia, basta decirla y todo el mundo es capaz de sacar sus propias conclusiones, su propia imagen, su chisme y es el tipo de frase que permite hacernos todos los modos de pregunta, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo, aunque todos sepamos cómo.
Tiendo mucho a generalizar así que discúlpeme si no dejo de hacerlo. Le contaré lo que pasó y por qué empieza esta historia de ese modo.
Primeramente nunca debí entregarle las llaves de mi apartamento a esa mujer, fue un error, al principio me pareció justo, claro, tenía 3 años saliendo con ella y por qué no, ya había tenido la insolente esperanza de hacer una familia con esa hermosa dama. Ese fue mi segundo error, pensar que la vida es segura con la persona que tienes a tu lado. ¡Hey! El hecho de que haya personas con suerte no quiere decir que no esté en lo correcto, además como dije antes, tiendo mucho a generalizar.
El giro de esta historia no tiene nada que ver con si soy o no un venado, esto va mucho más allá, esta mujer me hizo enloquecer poco a poco tratando de dominarme con sus posturas ante la vida. ¿Sebes que es ladilla? Y discúlpame la palabra, prometo no volver a utilizar este método de expresión en este relato. Es ladilla cuando estás discutiendo con tu pareja y ella, viendo que no tiene la razón termina la discusión con un “eres un obtuso” ¡listo! ¡Jaque Mate! No hay forma de salir de eso, estas literalmente fregao, si protestas estarás demostrando que efectivamente lo eres y si no… ¡también! Solo el tiempo te dará la razón (si es que la tienes) y la ventaja de decir “¿viste?” con los ojos abiertos como un sapo y moviendo la cabeza en sentido afirmativo. ¡Qué imagen de estúpido! Ahora que la describo entiendo porque les molesta tanto.
Lo que sucedió fue lo siguiente:
Un día común entro a mi apartamento, un cuchitril de escasos 32 metros cuadrados y un baño, y me veo sentado en mi sillón un poco más viejo, más calvo y leyendo un periódico. Extrañado y prestando mucha atención sigo observando. Un bebé llora frente a mí y soy incapaz de bajar el periódico para ver que le sucede, mi novia corre a ver qué le pasa al niño y ¡oh sorpresa! Está embarazada y créanme, ya no es ninguna hermosa dama, está tan fea que hasta podría dudar si es dama. Durante segundos me paralizo y trato de digerir este fantasma de la navidad futura que Dios, en su afán de parecerse a Charles Dickens, colocó en mi conciencia.
Fue así como perdí la cabeza.
¡Yo no puedo hacerle eso a esos pobres niños! Y ¡¿qué demonios le pasó a la hermosa dama?! ¡Y yo ahí leyendo las comiquitas del periódico, barrigón, calvo y con las uñas de los pies largas! ¡Qué desagradable esto no puede ser así!
Entonces me decido a hacer lo que todo hombre ha hecho alguna vez en su vida por simple egoísmo, hacerse el héroe en una situación que nadie comprende. Es decir, en este caso solo yo sé cuál es el destino de la hermosa dama, por lo cual tomaré una medida extrema y la liberaré de las garras de la fealdad y la vejez. ¡Mentira! Me libro yo de su fealdad y su vejez y de esta forma lavo mis manos con agua bendita al hacer creer a mi ego que fue un acto heroico y que pienso en los niños.
Aprovechando que está hablando por el teléfono, tomo a la dama por el brazo y lo único suficientemente grave que se me ocurre decir es:
“¿Tú me estas montando cachos?”
¡Bum! Se revienta aquel berrinche, que si tu eres un desconsiderado, que si esto, que lo otro, que que pelotas tienes tu chico, que yo soy una mujer hecha y derecha, que hasta cuando voy a ser un obtuso, que si el pato y la guacharaca y en fin… para hacer el cuento corto, me tiró las llaves en la cara. ¡jaja! Sí, así tal cual, una cosa de histérica que tenía la tipa y menos mal que lo descubrí a tiempo. Bueno amigo así fue como bajo el desconocimiento de los que en un futuro se verían afectados, hoy vuelvo con mi capa de superhéroe, consciente de que no estoy en mis cabales y habiendo recuperado mi privacidad y mi vida. ¿Qué mundo este no?
DESDE ESTA ORILLA
Desde esta orilla, el cielo luce infinito, tal como es. Muchas veces las cosas no aparentan ser lo que en realidad son, simplemente enmascaran su identidad para que nos luzca fantástico descubrirlas, lo hermoso es que ocurre con cuanto existe. Desde las esencias que capta el olfato hasta el calor que siente la piel, son sentimientos comunes, descriptivos del alrededor, pero sólo cuando les prestamos atención, muestran lo que son. Y desde esta orilla, el cielo luce infinito.
Las palmas son las únicas que manchan el paisaje cual arte cinético en un lienzo interminable, pérgolas gigantes que en tu suelo pintan sombras sobre arena, pies, agua y espalda. Sombras de sal que repasan los labios de la mujer amada, secándolos y haciéndoles rogar por agua. Sombra finita que se aprecia entre lo abundante de la luz, sombra genial que demuestra que existe un dios de los vientos.
El aroma dice que la mañana es tardía, que la pesca ya está en casa y que ya los brazos están cansados, el sudor es el mar que existe en su frente, tan salado como aquel que invade el norte de su ser, en un azul que apenas se puede ver.
Vuelve la luz a achinar sus ojos, y el llamado de los labios secos indica el aroma del alimento, el primer descanso y el primer abrazo de la familia, lo da la mesa, el sabor y la estufa. El mayor alimento es el beso de los hijos, descalzos de aceitunas y vestidos de arena.
Tomar agua le recuerda, el río sigue fluyendo y se escucha lejano, ensordece los sueños, pero se escucha lejano. El tiempo lo traerá, la tormenta el agua brindará, y con ron por ahora su sed saciará.
El sol baja y con él los sonidos del día, ahora el mar se coloca sus mejores ropas, se disfraza de espejo y se enamora de a quien refleja, el sol se confunde con su propio encanto y cual narciso se ahoga en la fantasía de las olas mansas, para renacer en la luna brillante en el cielo, la verdadera enamorada, que con infinidad de de azulejos y azucercas revive la obscuridad y la hace soportable.
El frío hela la piel del pescador y los hombros negros buscan cobijo bajo las faldas de quien le ama. Los niños cansados de sus juegos de verdades, sueñan con mentiras realizables, el claro de luna contempla la noche en busca de una historia no contada.
El gallo canta, es la hora, la pesca llama. Se levantan los brazos aun cansados y parte al norte, donde las esperanzas se escuchan cuando descubren lo que al sur existe.
LA CARTA
La Carta
Es difícil ser la esposa de un canciller, más cuando este no ha sido el más digno de los dirigentes. Escribo esta carta, frente a la imagen de mi difunto marido, el rostro de una persona que será olvidado por el rencor de sus conciudadanos y recordado por el corazón de su eterna compañera y amante.
La vida siempre tiene infinidad de caminos que una no suele entender sino cuando la conciencia te reclama tus actos. Las lágrimas no valen nada, porque no logran equilibrar la culpabilidad de haber consentido lo que creías correcto, pero que ahora entiendes que no lo fue. Una vez escuché que la tierra fue plana hasta que se descubrió que en realidad era redonda. Las realidades cambian constantemente, pero las verdades siempre serán verdades.
Hoy el arte retoma la imagen de quien para mí fue un héroe, y populiza su esencia en cadenas con púas para reclamar la justicia. Así ha quedado mi difunto héroe, como el verdadero villano, condenado a la eternidad de la historia. Yo no soy quien para luchar contra eso, pero debo decir que la razón no siempre está concentrada en las mayorías a pesar de que son ellas quienes la determinan.
Sí, tengo dos hijos, que niegan y odian su apellido, se creen víctimas de su propio progenitor, cuando éste, perdido en la locura del poder, nunca dejó de ser un buen padre.
Ya mi alma está seca, solo queda la sal de las lágrimas insaboras que terminaban en mis labios, el sonido del silencio, que me aturde todas las noches, ha cesado, y mi constante ruego por el perdón de mis actos creo que fue escuchado. Ahora puedo decir que soy fuerte, que no bajaré mi cara ante el escándalo, que soy dueña de mi propia culpa y de mi propia realidad, aun cuando espero todas las mañanas despertar de esta pesadilla que no quiere culminar.
Esas son mis únicas pertenencias, las únicas que les dejo hijos míos, aprendan a vivir con el de donde vienen y lo que son. Y aunque no existe algo como ser juzgado por la vara del desconocido, nunca renuncien a su realidad, enfréntenla y gánenle a lo que creen su destino, porque su dignidad no se las quitará nadie.
A mis hijos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)